La Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ubicada en Brooklyn, es hogar de una vibrante y diversa comunidad multicultural que crece en unidad a través del aprecio por las culturas y devociones de cada nación representada entre su feligresía.
Una Peregrinación al Santuario Guadalupano en México Un ejemplo notable de la unión y hermandad de esta comunidad fue la peregrinación de los miembros de la comunidad china de la parroquia al Santuario de la Virgen de Guadalupe en México. Con más de 800 feligreses chinos, esta comunidad no solo conserva sus propias tradiciones culturales, sino que también se esfuerza por conocer y participar en las costumbres religiosas de otras nacionalidades dentro de nuestra Basílica.
El pasado mes de noviembre, una delegación numerosa liderada por el P. Song You, Redentorista y coordinador de la pastoral china, visitó la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México. Esta experiencia, profundamente conmovedora, fue descrita así por los participantes:
“Nuestra primera peregrinación a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en Ciudad de México (6-13 de noviembre) fue una experiencia profundamente espiritual. De pie ante la tilma original con la imagen milagrosa, sentimos asombro y gratitud por este signo del amor de Dios. Las oraciones, los cantos y las ofrendas de los fieles nos inspiraron a acercarnos cada vez más a Nuestra Señora. Ver a la gente con sus trajes tradicionales bailando bajo el calor del mediodía nos llenó de emoción. La historia de la aparición de la Virgen a Juan Diego nos recordó su mensaje de amor, esperanza y atención a los necesitados. Inspirados por esta peregrinación, sentimos un renovado compromiso de vivir nuestra fe con mayor amor, humildad y devoción.”
Historia de la Virgen de Guadalupe La devoción a la Virgen de Guadalupe tiene sus raíces en la aparición de la Virgen María al indígena Juan Diego en el cerro de Tepeyac en 1531. Durante varios días, la Virgen le pidió que solicitara al obispo la construcción de una capilla en ese lugar. Ante la incredulidad inicial del obispo, la Virgen estampó milagrosamente su imagen en la tilma de Juan Diego, lo que llevó a la construcción del santuario.
La importancia de la Virgen ha sido reconocida por numerosos papas, incluyendo:
• Papa Pío X: Patrona de América Latina.
• Papa Pío XI: Patrona de “todas las Américas”.
• Papa Pío XII: Emperatriz de las Américas.
• Papa Juan XXIII: La Misionera celestial del Nuevo Mundo y Madre de las Américas.
Actividades Festivas en la Basílica:
Este año, 2024, la festividad de la Virgen de Guadalupe, símbolo de fe y unidad cultural, reunió a fieles de diversas nacionalidades para celebrarla con entusiasmo y devoción. Las actividades incluyeron:
• Asambleas semanales en las casas de los devotos: en el año se visitaron para orar y reflexionar sobre la fe a 120 casas.
• Carrera Guadalupana Diocesana: Contó con la entusiasta participación de 170 feligreses de nuestra Parroquia.
• Novena con misas vespertinas: Celebradas cada tarde a las 7 p.m.
• Procesión masiva: El 8 de diciembre, recorriendo las calles con cantos y el rezo del rosario.
• Vigilia nocturna en la Iglesia: Incluyendo misas, adoración eucarística y las tradicionales mañanitas con Mariachi a las 4 a.m.
• Misa solemne: Culminando la festividad el 12 de diciembre a las 7 p.m.
Celebración Intercultural:
Tras la procesión del domingo, 8 de diciembre, los feligreses se reunieron en el Salón Parroquial Notre Dame para una recepción que incluyó gastronomía mexicana y espectáculos artísticos. Niños y niñas de la parroquia ofrecieron bailes folklóricos, mientras grupos profesionales interpretaron danzas aztecas.
La música también destacó la diversidad cultural de la parroquia, con ritmos puertorriqueños, venezolanos, dominicanos y de otras nacionalidades que acompañaron las danzas mexicanas.
Unión y Riqueza Cultural:
Las festividades anuales de la Virgen de Guadalupe no solo resaltan la devoción de la comunidad mexicana, sino también se celebra la riqueza multicultural de la parroquia. Las múltiples actividades son un testimonio del intercambio cultural, la unión y las contribuciones de las diversas comunidades a la vida cristiana-católica en Brooklyn, y fortalecen los lazos de fe y fraternidad dentro de la diócesis. †